Hidrogeología en el entorno de un salar (I)
- Angel María García Pena
- 21 may 2020
- 3 Min. de lectura
Si se busca la definición de un salar vemos que nos sale lo siguiente: “Un salar es
un lago superficial en cuyos sedimentos predominan las sales (evaporitas). Las
sales precipitan por la fuerte evaporación, que a largo plazo es siempre mayor que
la precipitación efectiva o lluvia útil”.
Cualquier salar de Chile se ajusta a la definición de humedal admitida oficialmente
que es la dada en el convenio Ramsar de 1971: “Extensiones de marismas,
pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean estas de régimen natural
o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o
saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja
no exceda de seis metros. Podrán comprender sus zonas ribereñas o costeras
adyacentes, así como las islas o extensiones de agua marina de una profundidad
superior a los seis metros en marea baja, cuando se encuentren dentro del
humedal”.
Como ya se ha comentado en la presentación, los salares se sitúan en las regiones
I (Tarapaca), II (Antofagasta), III (Atacama), en las mismas podemos dividir los
salares en dos tipos:
a) Salares de la costa y del valle central: salares inactivos, fósiles, con
yacimientos de nitrato y yodo.
b) Lagos salados y salares de la cordillera de los Andes: Son actualmente
activos, objetivo de nuestro estudio, se caracterizan por lagunas de aporte
superficial y/o subterráneo. Distinguimos dos tipos de salares activos en la
Cordillera: 1) Costras de sales: porosas y permeables, contienen salmueras
intersticiales, tratándose de halita o yeso. Ejemplos son los salares de Atacama,
Punta Negra, Pedernales, Imilac; 2) Tipo “playa”: constituida por sedimentos
salinos finos y casi impermeables sobre los cuales se extienden lagunas
someras de extensión variable. Se encuentran en el altiplano o alta Cordillera
como ejemplo tenemos: Ascotan, Carcote, Huasco, Coposa.
Atendiendo a la definición de salar vemos que deben cumplirse dos condiciones:
a) La evaporación potencial debe ser superior a la pluviosidad, b) Deben existir
cuencas cerradas (endorreicas). Según los mismos esto se cumple de modo
claro en las tres primeras regiones de Chile, anteriormente indicadas, podemos
entonces proponer 52 salares distribuidos de norte a sur de la forma indicada en
las siguientes figuras:



En una cuenca cerrada (endorreica) , el funcionamiento hidrológico se resume en los
siguientes aspectos:
a) Precipitación: Se produce la recarga de las aguas subterráneas por la
precipitación en las zonas altas de la cuenca donde se observa un gradiente en
el volumen de precipitación con la altitud y admitiéndose un valor entre el 15 al
50% de la precipitación como aporte al flujo subterráneo.
b) Flujo superficial: Se produce el mismo de varias formas: 1) Vertientes o
manantiales, flujo subterráneo que aflora en superficie en las orillas del salar
como en las laderas de la cuenca. Las de un mismo lado de la cuenca suelen
presentar la misma composición química y por tanto con muestrear una o dos es
suficiente; 2) Vertientes difusas: Sin salida localizada siendo un flujo superficial
de una extensión de centenares de metros a lo largo de la orilla del salar
haciendo imposible la medida de caudal; 3) Ríos y riachuelos: Provienen de la
unión de agua de varias vertientes de escaso caudal, produciéndose en algunos
casos la infiltración cuenca arriba alimentando el flujo subterráneo que aflora en
forma de vertientes en las orillas del salar.

c) Lagunas: 1) Lagunas relativamente profundas (unos metros a decenas de
metros), su fondo es impermeable, siendo más profunda desde el borde hacia el
centro de la cuenca. Su extensión no varía a lo largo del año y su composición
química es casi homogénea; 2) Lagunas someras, su profundidad va desde
unos centímetros hasta unos decímetros y es alimentada por las vertientes de la
orilla del salar. De extensión variable, son de carácter estacional y pueden llegar
a secarse y debido a la intensa evaporación se ha descrito un gradiente de
salinidad en el sentido de la escorrentía; 3) Los “ojos”: Provienen de la
disolución de una costra de sal por aguas diluidas, de bordes verticales y de
profundidad de varios metros.
d) Aguas subterráneas: El flujo subterráneo suele presentar en las cuencas
cerradas dos acuíferos, uno más superficial, de carácter local su recarga, que
se produce por la precipitación y la fusión de la nieve de las laderas de la
cuenca y cuya descarga da origen a las vertientes anteriormente mencionadas y
aporta subterráneamente a las lagunas. También tenemos un acuífero
confinado, más profundo, de carácter regional, cuya recarga se produce en otras
cuencas próximas, y que pueden en ciertas ocasiones presentar una conexión
hidráulica con el acuífero más superficial y conjuntamente ser los que aporten el caudal de la vertiente.


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